* Vino el pasado jueves al Hospital Real para dar una «conferencia», que en realidad era un acto electoralista camufaldo en favor del PP
Al grito de «Gallardón dimite por fascista y por cabrón», más de trescientas personas recibieron al ministro de Justicia pepero el pasado jueves en el Rectorado de la Univesidad de Granada, donde el personaje se disponía dar una conferencia.
Más de 50 efectivos de la Policía Nacional y una decena de forgones celulares impidieron que el grueso de los concentrados no pudieran llegar a «saludar» al ministro de las cejas interminables. Y no fué precisamente la caida de ojos de Gallardón la que reunió a centeneares de mujeres de Stop Desahucios Granada y de la Asamblea Feminista Unitaria de Granada ante las verjas del Hospital Real, sino la necesidad de decirle en su cara de ministro, que las mujeres son las que deciden sobre el aborto y que ningún político «meapilas» les va a decir lo que tinen que hacer con su derecho a ser madres o no.
«Nosotras parimos, nosotras decidimos. Aborto libre y gratuito», gritaban la veintena de mujeres de la Asamblea Feminista, que entraron clandestinamente en la conferencia para decirle al de Justicia que e vaya. Inmediatamente fueron desalojadas a empujones por la policía de seguridad del ministro. Pero ellas no cejaron de gritar en favor del aborto libre y gratuito; luego se unieron a los más de dos centenares de personas que mantenían su protesta a las puertas del Rectorado.
Stop Desahucios Granada presionaba ante el cordón policial tratando de acercarse al lugar del acto. Más de un centenar de activistas lanzaban consignas contra esta desgracia de ministro, quien pretende implantar esa dura ley contra el aborto; otra -la ley Mordaza- contra el derecho a manifestase; otra que busca mantener los privilegios de los aforados, aunque estos sean unos reconocidos «chorizos»; otra que excarcele a corruptos y ladrones de guante blanco; otra que persiga a la prensa
libre y propicie la expulsión de la judicaura de aquellos jueces que se
caracterizan por defender al pueblo y aplican la justicia universal contra crimenes de lesa humanidad y, al mismo tiempo, el increible minisro desmantela la sanidad y la enseñaza públicas, descapitaliza la atención social y alienta y protege la descarada rapiña de la Iglesia.
Parecía otra cosa, pero así es realmente la cara oculta de este cura arrepentido, tan beato para los altares como amiguito de los corruptos.
A este prohombre, delfín de la España más rancia y casposa, hay que «saludarlo» quiera él o no quiera cada vez qu venga por Andalcía, porque personajes de este calibre no merecen más que el rechazo, el asco y el desprecio del pueblo andaluz.
!! Si se puede!!
STOP DESAHUCIOS GRANADA 15 M
Granada Stop Desahucios 
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